Kauani es un acercamiento a la naturaleza a través de la percepción visual. El estudio y observación de elementos vegetales, de sus formas y colores, de sus texturas y patrones, de sus orígenes, mitologías y contextos, son el punto de partida de esta instalación de piezas textiles que aquí presenta Kauani, un proyecto de Inés Llasera, diseñadora de producto madrileña, e Inés Quezada, diseñadora textil mexicana.

Kauani significa ‘florear’ en náhuatl. La instalación que aquí se presenta es una familia de luminarias que acude a la flora autóctona mexicana, a través de la cual se pretende poner en valor la historia compartida entre España y México. Entre los siglos XVI y XIX, en la cocina novohispana se produjo gran parte del mestizaje de nuestro crisol cultural. Influencias indígenas, europeas, africanas, asiáticas y árabes se vertieron en una tradición que hoy prevalece, desdibujadas sus procedencias. Chile o pimiento, nopal o chumbera, elote o maíz, tomate o jitomate, lima o limón, frijoles o judías son términos que hoy se utilizan en ambas culturas para referirse al mismo elemento, adaptado a cada territorio.

Las geometrías de los agaves, las texturas de las cactáceas y las semillas del mamey o la guanábana son algunos de los elementos de especies en los que se basa esta colección. Todas las piezas de la propuesta están fabricadas en tejido de punto, que consiste en una serie de lazadas unidas entre sí de forma que construyen una malla. Una red de conexiones, de distintos hilos, colores y materiales, general una piel que se estira y se adapta para dar forma a un amplio sistema de evocaciones. Mediante la revisión de elementos reconocibles, la alteración de su escala y su interacción con la luz -con el que se emula el gesto de poner una hoja a trasluz o mirarla en un microscopio- se revelan con nitidez los lenguajes ocultos del punto.

El proyecto busca rendir culto a los elementos no humanos que han ido construyendo nuestras civilizaciones y que en silencio las sostienen. Quiere fortalecer los vínculos entre España y México explorando motivos que ocupan un lugar central en las culturas de ambos países. Si en los bodegones de Zurbarán o Sánchez Cotán observamos, bajo una iluminación radiante, limones, manzanas o repollos, en los esquemas ornamentales de las pirámides de Mitla, en Oaxaca, encontramos cacaos y maíces inscritos en la sobriedad de la piedra. Esta dualidad da pie a un estudio de la cualidad expresiva de los objetos como símbolo de lo cotidiano y de lo espiritual.

Kauani considera que el diseño contemporáneo requiere de una nueva forma de concebir la artesanía que pueda aunar el saber manual, la experimentación y la concienciación. Mantener el cuidado por los detalles y eludir la producción estandarizada al uso son las piedras de toque para su acercamiento a disciplinas que puedan entrelazar conocimientos y alentar la innovación y el enriquecimiento cultural.

Kauani, un proyecto de Tornasol Studio, Inés Llasera e Inés Quezada, toma la forma de la flora mexicana como el cacao, la papaya, los chiles, las tunas, los cactus y las agaváceas para homenajear a las ofrendas y rituales agrícolas que se realizan en México y en el mundo. Cientos de lámparas con formas de frutas y plantas se suspenden el vestíbulo y las escaleras del edificio en un festival de luz y color.