Desde los años 50 del siglo XX, Miguel Milá, creador de piezas icónicas como las lámparas TMM y la Cesta, ha dejado una marca indeleble en el mundo del diseño, con una extensa carrera que aún continúa, marcada por la búsqueda de la simplicidad. Sus muebles y objetos, diseñados sobre la tríada de función, ingenio y tecnología, superan la prueba del tiempo y su belleza es el resultado de un proceso de depuración de formas. En su extensa carrera, Miguel Milá ha mantenido una búsqueda constante de la simplicidad. Su enfoque se basa en la economía de recursos y el rechazo a la ostentación y el despilfarro. Diseñar, según Miguel Milá, es simplificar lo complejo para que sea hermoso. Cada pieza, aparentemente sencilla en su imagen, alberga una riqueza de ingeniosos recursos que revelan la profundidad de su pensamiento creativo. Por todo ello, es uno de los Premios de esta edición de Madrid Design Festival, así como el protagonista de la muestra ‘Miguel Milá, diseñador (pre)industrial’, comisariada por su hijo Gonzalo Milá y por Claudia Oliva, que se puede visitar en el Centro Cultural Fernán Gómez hasta el 31 de marzo.