La obra del fotógrafo Ortiz Echagüe se concibe como una exaltación de la tradición y la identidad, utilizando un lenguaje que trasciende las fronteras de la abstracción. Su trabajo captura la esencia de la relación entre el ser humano y su entorno, destacando la fuerza de la naturaleza, las texturas y un profundo humanismo existencial.

En su fotografía, la lana se presenta en su estado más elemental, como una unidad básica que conecta todo. Más allá de su función como material protector, la lana emerge como una metáfora de la memoria colectiva. En sus imágenes, parece viva, vibrante, como un organismo moldeado por el paso del tiempo, reflejando el vínculo intrínseco entre el individuo y la tierra.

Un ejemplo tangible de esta conexión es la capa de pastor de Villaciervos, un símbolo de tradición que aún perdura en la provincia de Soria. Famosa por su diseño minimalista y funcional, esta pieza ha sido durante siglos un elemento distintivo de los pastores de la península ibérica. Confeccionada en pura lana merina española y en tonos pardos o blanquecinos, se ha convertido en un emblema de resistencia y conexión con el paisaje español.

Cada fibra de lana, con su textura áspera y su grosor, refleja una conexión profunda entre el ser humano y su entorno. Al igual que las moléculas se enlazan para formar estructuras sólidas, la lana une al hombre con su pasado, su oficio y su territorio, transmitiendo generación tras generación un legado de resistencia y adaptación.

A partir de esta inspiración surge «El Pastor», una propuesta de OTEYZA que dialoga con las capas pastoriles y la obra de Ortiz Echagüe. La pieza utiliza materias nobles como la lana merina española en tonos tierra, respetando los cortes amplios y funcionales de las capas tradicionales, pero adaptados a un diseño moderno y refinado.

En esta propuesta, la lana se convierte en el elemento clave no solo por su resistencia y capacidad para proteger del frío, sino también como símbolo de la conexión entre el hombre y su entorno. Las piezas combinan detalles artesanales con técnicas innovadoras, transformando la herencia pastoril en un símbolo contemporáneo de identidad cultural. Con esta visión, OTEYZA celebra la fusión entre tradición y vanguardia, reimaginando el pasado para construir un futuro con raíces firmes.