Eina Obra / Tornen les esquelles
Pilar Cortada
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Impulsado por EINA Obra en colaboración con Inland Campo Adentro, el Consorcio del Parque Natural de la Sierra de Collserola (CPNSC) y CREAF, Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales, LAB Collserola es un programa experimental e interdisciplinario centrado en el Parque Natural de la Sierra de Collserola que busca mostrar que las artes plásticas y el diseño son herramientas capaces de potenciar la concienciación ambiental y la transformación ecosocial hacia la sostenibilidad y la resiliencia. La primera convocatoria de esta iniciativa ha premiado el proyecto Tornen les esquelles (Vuelven los cencerros) de Martina Manyà y Ana Vivero.
Uno de los principales retos del Parque Natural de la Sierra de Collserola es la prevención de los incendios en un territorio conformado por municipios densamente poblados y con alta afluencia de visitantes. Siendo el pastoreo una herramienta eficiente y sostenible para gestionar los bosques de una forma agroecológica y que contribuye a la viabilidad de las experiencias del territorio, Tornen les esquelles busca salvar y revitalizar los vestigios de la cultura pastoral en Collserola.
El proyecto tiene como eje estructurador la recuperación de la lana de los rebaños que pastan en el Parque Natural. Cada año toneladas de lana son enterradas o quemadas porque no existe una coordinación para su procesamiento. Tornen les esquelles supone una instancia de búsqueda sobre cómo este material puede modelar futuros alternativos en el Parque con sus implicaciones medioambientales, artísticas, materiales y éticas. Sitúa así en el centro del debate el rol de los modelos de producción y consumo rurales en la conservación del Parque y reivindica la necesidad de desarrollar nuevas formas de cooperación territorial que capten y valoren los equipamientos rurales, ambientales y culturales. Aporta acciones, visión cultural, ambiental y estado de conexión del pastoreo y las políticas públicas.
Las actividades y acciones que se llevaron a cabo estuvieron abiertas a profesorado y estudiantes de EINA y de escuelas del barrio, diseñadores, artistas, pastores y pequeños agricultores, artesanos, comisarios y críticos de arte, entre otros representantes del ámbito rural y urbano.