Soluciones

Dossier del proyecto

La industria de la lana en España enfrenta importantes desafíos que han puesto en peligro su viabilidad, a pesar de ser una materia prima sostenible y esencial para las economías rurales. En la actualidad, la lana se enfrenta a dos caminos: cambio o desaparición. Es necesario tomar acciones para salvar este patrimonio cultural y medioambiental. Los expertos consultados proponen las siguientes soluciones:

1. Desindustrialización actual frente a nueva industrialización

La desindustrialización ha reducido drásticamente la capacidad del sector lanero español: actualmente solo existen tres lavaderos en el país, y cerca del 80% de la lana producida se exporta a China. Este fenómeno no solo limita la calidad del producto final, sino que también amenaza la transmisión de conocimientos tradicionales, esenciales para preservar la historia y cultura del tratamiento de la lana.

El alto coste del procesamiento también repercute gravemente en su comercialización, llevando a que grandes cantidades de lana sean desechadas como materia prima.

Ante este panorama, expertos del sector proponen soluciones para revitalizar la industria. Entre estas destacan incentivos económicos que fomenten la venta de lana almacenada en España y la creación de alianzas estratégicas con sectores como el diseño y la artesanía, que aporten valor añadido al producto final y lo acerquen a un consumidor más consciente y comprometido.

Se resalta también la importancia de digitalizar el comercio actual de lana, adaptándolo a los nuevos hábitos de compra-venta. De igual manera, se promueve el desarrollo de habilidades tecnológicas en el sector, impulsando su inclusión en el comercio electrónico y otros ámbitos relacionados.

Asimismo, se sugiere la implementación de certificaciones accesibles que, bajo una marca de calidad “Marca España”, garanticen tanto el bienestar animal como las condiciones laborales justas, fortaleciendo el posicionamiento de la lana en mercados sostenibles y éticos.

2. Formación para revitalizar el sector

Es esencial desarrollar programas específicos que mejoren la calidad lanar mediante el seguimiento en ganaderías y la optimización de la venta de lana a través de subastas online.

Paralelamente, es importante mejorar el conocimiento social sobre la ganadería y la trashumancia, destacando su relevancia como una profesión indispensable para la sostenibilidad ambiental y económica, además de dignificarla como un oficio valorado y bien recompensado.

3. Investigación e innovación

Establecer alianzas con universidades permitirá no solo perfeccionar los procesos industriales, sino también explorar nuevos usos para la lana, recuperándola como un material sostenible con múltiples aplicaciones que respondan a las demandas del mercado actual. La formación puede ser, a su vez, la puerta de entrada al talento internacional que encuentre en España el país capaz de suministrar de lana sus proyectos por todo el mundo. Proyectos de diseño de moda, producto, arquitectura –como aislante- o incluso en la creación de nuevos materiales ignífugos o acústicos.

4. Concienciación para un consumo responsable

La concienciación pública debe ser prioritaria. Incluir el valor de la lana en España desde los colegios, donde los más pequeños puedan entender su valor y crecer normalizando su prestigio.

Es necesario diseñar campañas específicas que pongan en valor las ventajas culturales, sociales, económicas y ambientales de la lana. Un ejemplo inspirador es la iniciativa de la Casa Real Británica, que ha promovido la lana inglesa a través de plataformas de difusión y campañas de dignificación del material.

La campaña por la lana británica se lanzó en 2010 para educar a los consumidores sobre los beneficios de la lana con el fin de hacer crecer la industria de la lana. Dirigida por una coalición de grupos de la industria convocados por Su Majestad el Rey Carlos III, en el momento en que aún era Príncipe de Gales, el proyecto intentaba motivar a los consumidores en la compra de la lana a través de actividades relacionadas con la moda, el interiorismo o la artesanía.

En el caso de España, estas campañas podrían incluir incentivos al consumo de lana local por parte de firmas nacionales, exposiciones en pasarelas de moda y ferias de diseño.

5. Fiscalización para equilibrar el mercado

Una solución como bajar el IVA a los productos fabricados con lana local o aumentar los tributos a las fibras sintéticas contribuiría a nivelar la balanza y promover alternativas más sostenibles, son algunas de las soluciones que podría aplicarse. Con estas estrategias, la lana española puede recuperar su protagonismo como un material clave para la economía circular, la sostenibilidad y la preservación de las tradiciones rurales.